Publicado en «El Rancaguino» Por Alejandra Sepúlveda | Fotos: Héctor Vargas
Desde el año 2016 un grupo de investigadores de la facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile trabajó en repotenciar el trabajo de los productores de Chacolí.
El Chacolí al igual que los Chamantos son un icono de Doñihue. Productos que se generan de las tradicionales costumbres y que su creación da identidad a la comuna. En la actual época ya son pocos los que se atreven a seguir con la tradición anual de la elaboración del Chacolí y por ello que un grupo de jóvenes investigadores generaron un proyecto que rescatara y mejorara las condiciones de producción y vida de los Chacoliceros.
Leopoldo Carreño produciendo Chacolí, brebaje que se vendía casi a escondidas, ya que en muchos casos no tenía permisos sanitarios o similares, pese a esto el Chacolí era parte de la esencia de Doñihue y estaba presente en las celebraciones locales de manera clandestina. Hoy el Chacolí y sus historias son protagonistas y han vuelto al sitio que les corresponde gracias al trabajo realizado por un grupo de productores que crearon una asociación, autoridades y expertos de la Universidad de Chile.
Don Leopoldo Carreño nos cuenta orgulloso que hoy es el presidente de la Asociación de Chacoliceros de Doñihue y que cada uno de los productores tiene un icono fuera de sus casas donde se identifican al público. Explicó que gracias a esta iniciativa han podido mejorar la calidad e imagen de su tradicional producto incorporando nuevas técnicas de producción pero sin dejar de lado su componente artesanal. “Estaba empezando a perderse, el arte de hacer chacolí, porque la gente no lo consumía por su calidad y no les gustaba a muchos, Ahora lo unificamos su imagen es más linda y la presencia”.
Revalorización de Patrimonio Agroalimentario
Sofía Bossa, parte del equipo de la Universidad de Chile detalló que gracias a sus trabajos sobre productos patrimoniales, pudieron descubrir el Chacolí, el cual había sido muy importante en otra época y que hoy estaba cayendo un poco en el olvido, “había que hacer algo para evitar eso”, agregó.
Al comienzo quisieron ganarse la confianza de los productores, por lo que primero comenzaron con un diagnóstico de lo que hacían y cómo lo hacía la bebida. “Para que creyeran en el proyecto, en la primera vendimia se trabajó con 4 de las productores para que el resto pudiera ver los resultados. Cuento los otros vieron que el producto era mejor, estaba más valorizado, se dio mas fácil la producción con todos”, distinguió Bossa.
Boris Acuña, alcalde de Doñihue, destacó la iniciativa señalando que “hoy tenemos un producto absolutamente recomendable, con historia e identidad. Los productores entiendan que en forma aunada pueden enfrentar los desafíos de compra, de producción y de comercialización. Hoy mostramos un producto que puede, no solamente valorado en la comuna sino que en el país”.